Las vallas publicitarias son la forma más común y efectiva de publicidad exterior. Se encuentran día y noche expuestas para que todo tipo de público que transita de forma indiscriminada pueda echarla un vistazo sin detenerse.

El diseño de las vallas debe ser muy sencillo y claro porque solo las contemplamos con un rápido vistazo y muchas veces desde el propio vehículo. Pero a la vez, el diseño de las vallas tiene que ser creativo y original porque su función es despertar la atención.

Sin embargo, no todos los enclaves de vallas son igual de efectivos para todos los negocios pues hay que valorar la afluencia de público de la zona y la saturación de otras vallas alrededor. Encontrar los mejores lugares para colocar nuestros soportes publicitarios, no es una tarea fácil. No se trata de un trabajo aleatorio, aunque el suelo sea privado, tienes que tener los permisos municipales oportunos, disponer de un proyecto de ingeniería y haber pagado los impuestos correspondientes.

Las vallas que son propiedad del ayuntamiento los suele gestionar durante 6 años una empresa concesionaria, pero los alquileres de estos espacios son los más caros puesto que llevan implícito el canon de pago al ayuntamiento.